“La Fiesta del Segador en
Onís.
En un ambiente de alegría
y el sol luciendo con todo su esplendor después de una semana de pertinaz
orbayu, se celebró el día 28 de agosto la ya tradicional Fiesta del Segador en
La Rasa-Onís, lugar éste situado en plena pradería del Coto, a la sombra de
Peña Santa.
Durante
toda la noche anterior no cesaron de recorrer las calles de esta villa carros
del país bien apretados, que con su chirriar y el estruendo de voladores
hicieron que todos los que pacíficamente reponían sus fuerzas en el sueño
saltasen de la cama y saliesen a acompañar a grupos de infatigables jóvenes,
que cantaban la canción del “Segador”, original del D. Francisco de la Vega, oniense
y poeta entusiasta de estas fiestas, que la tituló así: “Onís en fiesta.
Canción de La Rasa”.
La zagala y el zagal |
En la portilla de La Rasa
era aún mayor el gentío que esperaba se diese la señal de entrada a esta
incomparable pradera, siendo todos recibidos por la Zagala de este año, Srta.
Carmina Sierra, y el Zagal vitalicio, Constantino Sánchez María.
Poco a poco todos fuimos a
refugiarnos del sol bajo la sombra de las matas de avellano, hasta que llegó la
hora del IV Concurso Comarcal de Cabruño de Guadaña, que fue presidido por el
Jefe Provincial de la Obra de Formación Agropecuaria y Jefe de la Hermandad de
Labradores y Ganaderos de Onís. Miles de personas fueron las que presenciaron
este concurso, del que resultaron vencedores:
1º. Copa del Gobernador Civil: Natalio Fernández, de
Avín.
2º. Copa del Delegado Provincial de Sindicatos: Valentín
Mier, de Benia.
3º. Copa del Frente de Juventudes: José del Cueto Rémis, de Benia.
3º. Copa del Frente de Juventudes: José del Cueto Rémis, de Benia.
4º. Guadaña-Regalo del Jefe de la Obra: Ramón Morán, de Benia.
Después de la hora de la
“Xinta”, en que cada familia fue buscando de nuevo la sombra, dio comienzo el
concurso de jota, del que fueron vencedores Manuel González Pellico y su
esposa, de Demués, en primer lugar; llevándose el segundo premio la simpática
señorita Maruca Niembro y su pareja, de Benia.
Reinó la alegría y buen
humor por doquier, dejándose oir en todas horas las gaitas y tambores, que
hacen las delicias de esta sin par fiesta.
Se bailó a lo suelto y a
lo “agarrao”, y a la hora señalada se emprendió el descenso hacia la Plaza del
Ayuntamiento, para allí seguir con la verbena del Rezume, que duró hasta altas
horas de la madrugada, viéndose concurridísima, al igual que todos los
anteriores actos que se celebraron.
A todos dejó grato sabor
esta fiesta, que es de esperar no decaiga y se celebre en años venideros con
mayor esplendor si cabe”.
La crónica que lleyeron en
Madrid los socios del Centru Asturianu fírmala el “corresponsal” Valentín
Medina García.
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